THE HOWLING (AULLIDOS) - 40º ANIVERSARIO

1981 es un año muy especial para un servidor, pues se cumplen 40 años de mi nacimiento y uno se para a pensar en lo rápido que ha pasado el tiempo.

Dejando a un lado la parte personal, 1981 fue un año de grandes estrenos cinematográficos como, por ejemplo: Excalibur, Furia de Titanes, Carros de Fuego, Indiana Jones y El Arca Perdida, Posesión Infernal y Lucifer (Fear no Evil) entre otras.

Pero sin duda alguna 1981 se podría decir o mejor dicho podemos llamarlo “El año del Licántropo”, ya que ese año se estrenaron cuatro producciones sobre hombres lobos y a cuál mejor, ellas fueron El Retorno del Hombre Lobo, Un Hombre Lobo Americano en Londres, Lobos Humanos y Aullidos.

Hoy hablaremos sobre esta última, The Howling (Aullidos) cinta dirigida por un joven cineasta llamado Joe Dante, quien al igual que Steven Spielberg nos hizo temer al agua con Piraña.



No vamos a descubrir las Américas con este artículo, ni decir nada nuevo o que no se haya escrito ya de este clásico indiscutible del cine de terror y que con sus 40 años recién cumplidos se ha convertido en una película de culto. Pero como suelo hacer, daré mi punto de vista o resaltaremos aquellos detalles más emblemáticos del filme.

Karen White (Dee Wallace-Stone) es una reportera de televisión que es acechada por un asesino en serie llamado Eddie Quist (Robert Picardo). Ella coopera con la policía para atrapar a Eddie. Se cita con él en un cine pornográfico de mala calidad donde Karen es testigo de cómo Eddie comienza a transformarse en hombre lobo. Antes que él termine de transformarse la policía llega y dispara contra Eddie, pero Karen no recuerda lo sucedido en ese lugar. Su terapeuta, el Dr. George Waggner (Patrick Macnee), decide enviar a Karen y a su esposo Bill Neill (Christopher Stone), a la "colonia", un complejo turístico donde envía a sus pacientes para su tratamiento.

La colonia está llena de personas extrañas, entre ellas una ninfómana llamada Marsha Quist (Elisabeth Brooks), la cual intenta seducir a Bill. Karen por las noches escucha aullidos extraños y comienza a notar a Bill muy raro y ella llama a su amiga Terry Fisher (Belinda Balaski) la cual llega a la colonia y comienza a investigar. Allí descubre que el lugar es habitado por hombres lobo, y es asesinada por uno mientras intentaba llamar por teléfono a su novio Chris (Dennis Dugan). Más tarde Karen descubre el secreto de la colonia y Chris llega al lugar y ahora ambos tendrán que matar a los hombres lobo para poder escapar vivos.

El filme esta basado en la novela Gary Brandner y cuyo primer guion fue escrito por Jack Conrad, aunque dicho guion no fue del todo satisfactorio para el cineasta, este llego a un acuerdo con la productora para que finalmente pudieran contratar a John Sayles quien ya había trabajado con Joe Dante en Piraña y que fuera él quien reescribiera el guion.

Este nuevo guion aporta alguna idea que no se encontraba escrita en la novela original, dicha aportación fue la de desarrollar el filme en una colonia donde los licántropos como una gran manada pudieran mostrar con total tranquilidad su verdadero aspecto e intentar adaptarse a la sociedad.

 Pero como dice el actor John Carradine en la película: 

“No se puede domar a lo salvaje”.

Sin duda alguna, Aullidos fue un filme revolucionario y no visto hasta el momento, aunque respeta las reglas establecidas en sus comienzos cinematográficos como en El Hombre Lobo de 1941 (las balas u utensilios de plata o la maldición de convertirse en hombre lobo si es atacado por otro) no obstante el filme añade unas nuevas reglas como la regeneración de los miembros amputados o la transformación a voluntad propia sin estar bajo la influencia de la luna llena.

A parte de estas nuevas reglas es la primera película en donde podemos ver no solo a un licántropo, sino a varios a la vez, ya sea en su forma final como en plena transformación y así nos lo muestra Joe Dante en la secuencia del granero cuando este se encuentra en llamas y unos enfurecidos hombres lobos intentan escapar de él.


Como todo el mundo sabe, los primeros diseños de maquillaje los realizo el especialista en efectos especiales Rick Baker y que tubo que dejar la producción por estar comprometido con John Landis para Un Hombre Lobo Americano en Londres por el que gano un Oscar a los mejores efectos especiales. Baker recomendó a Joe Dante que contratara a Rob Bottin, alumno de mismo Baker y quien recibió alguna recomendación de su maestro para las transformaciones.

Según declaraciones de compañeros de la profesión, cada vez que Bottin completaba el diseño de los hombres lobos, se deshacía de ellos alegando que se podía mejorar. El reto de esta película era realizar una transformación en plano secuencia y que acabo convirtiéndose en una escena que a muchos de nosotros (incluyéndome a mi) nos aterrorizo por muchos años.






Con un trabajo como el de Rob Bottin para Aullidos, meses más tarde llegaría otra maravillosa transformación en Un hombre lobo americano en Londres realizada por Rick Baker, ahora viene el dilema ¿Cuál transformación te gusta más? ¿Cuál de las dos películas es mejor?  Esto es como preguntar a quien quieres mas a Papá o a Mamá. En mi caso me gustaría ser imparcial, pues ambas tienen un encanto especial, aunque la realizada por Bottin en Aullidos fue la que mas me traumatizo por muchos años e incluso llegue a tener una enorme fobia a los hombres lobos. Tarde muchos años en superar ese trauma ocasionado por el filme de Dante y cuando en 2018 tuve delante de mi a su director pude expresarle lo mucho que me aterrorizo su película.

Sobre el reparto he de reconocer que los actores cumplen con su cometido y entre ellos contamos con la presencia de Patrick Macnee interpretando a Dr. George Waggner (homenaje al director de El hombre lobo de 1941) o el legendario John Carradine (quien ya interpreto a Drácula en La zíngara y los monstruos). También podemos encontrarnos con actores fetiches como Dick Miller (al que muchos recordarán como el Sr. Futterman en Gremlins), Kevin McCarthy (en el papel de jefe de la cadena de televisión y quien lleva por nombre Fred Francis en homenaje a uno de los emblemáticos directores de la productora británica Hammer) o Robert Picardo (en el papel de Eddie Quist). A parte de este maravilloso elenco de actores, el filme nos deleita con unos cameos como el de Roger Corman, Forrest J. Ackerman o un jovencísimo Mick Garris.





Pero sin duda alguna quien lleva todo el peso del filme es su protagonista Dee Wallace quien interpreta a la valiente reportera Karen White, la cual es acosada por el asesino Eddie Quist, Karen se arma de valor para enfrentarse con su acosador, aunque ello conlleve grandes consecuencias.


Es sabido que Dee Wallace se dejó la piel en el rodaje llegando a transmitir en la pantalla el mismo temor que ella sentía mientras duro la grabación del filme. Para el papel de Bill (el marido de Karen) Dee Wallace consiguió que se lo diera a su actual pareja (en aquel momento) en la vida real Christopher Stone, recuerdo ver en algún documental que Dee Wallace no quería estar presente mientras se rodo la escena de transformación de su pareja junto con aquella loba y femme fatal interpretada por Elisabeth Brooks. No estoy seguro si a causa de esta relación nos quedamos con ganas de ver algún que otro desnudo mas en la cinta.





Si tuviera que ponerle alguna pega a este maravillo filme (que no digo que tenga alguna más) es la transformación final de Karen, cuando quiere mostrar a los espectadores la existencia de esta peculiar sociedad. En vez a una criatura aterradora como hemos estado viendo durante todo el filme, la dulcifican convirtiéndola en una tierna loba, capaz de empatizar con el público. Eso sí, quiero destacar sobre esta última transformación el aterrador grito con el que Dee Wallace nos sorprende y que según tengo entendido fue realizado con su propia voz, ante esto me quito el sombrero y felicito a la actriz por ello.



Hemos hablado de los efectos especiales, los actores y sus actuaciones, pero no podemos olvidar dos cosas muy importantes las cuales convierten a este filme en un clásico, la primera de ellas es su ambientación, con unos preciosos exteriores en donde se crea una atmosfera tan agradable como terrorífica tanto si es de día como si fuere de noche. ¿Y cómo se consigue ese efecto? Pues para ello cuenta con un compositor para su banda sonora como es Pino Donaggio, quien fuera el culpable con sus partituras de hacernos creer que los hombres lobos pueden caminar a sus anchas a la luz del día y que un precioso escenario como una colonia se vea tan tranquila y sosegada, pueda convertirse a su vez en un lugar tenebroso y aterrador.  

Con este repaso damos por terminado este artículo, seguro que se nos ha quedado muchas cosas en el tintero, pero como dije al principio no vamos a descubrir nada nuevo y creo que por lo menos hemos hablado de la propia esencia de un filme de culto que al igual que un servidor ha cumplido 40 años y que espero que sigamos aullando a la luz de la luna por muchos años más.

Manuel Lendínez Gallego.

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