FORGOTTEN MOVIES - DEMONS 2

Hoy en Forgotten Movies volvemos a la carga con el cine del maestro Lamberto Bava. En 1985 rodaría una de las obras de culto del género Fantástico Italiano "DEMONS", la cual estaría coescrita y producida por su amigo Darío Argento, tal fue el éxito de esta cinta que no tardarían mucho en concebir una segunda parte.

Al igual que con su primera entrega, no seré yo quien hable de ella, sino el amigo Pablo Rodríguez Sierra es el encargado de reseñar esta secuela y no será la única, pues pronto lo volveremos a ver por esta sección con otra obra del director italiano.



Un año después del estreno de la primera Demons, el dúo formado por Dario Argento y Lamberto Bava volvió a la carga con esta brutal segunda parte. A medio camino entre una secuela y un remake, la cinta traslada la acción a un edificio de última generación a lo Poltergeist III.

Demons 2 comienza dejando caer muy fugazmente que los hechos acontecidos en la primera parte ocurrieron hace un tiempo no especificado con detalle. De este modo, los demonios vistos en la película anterior habrían quedado confinados en la zona prohibida, constituida por ciudades ahora aisladas por un gran muro. De todo esto nos enteramos gracias a un documental hiperrealista emitido por televisión al que está enganchado medio edificio. De nuevo, se recurre a ese concepto de metacine que tanto nos gusta. 


Entre los vecinos de este edificio inteligente se encuentra Sally Day, una joven que está celebrando su cumpleaños con una panda de amigos a cada cual más insufrible. Traumas, inseguridades y complejos aparte, Sally entra en cólera cuando se entera de que su exnovio Jacob va a asistir a la fiesta sin haber sido invitado y, tras encerrarse en su cuarto rabieta mediante, Sally empieza a ver el documental. Sin embargo, vuelve a ocurrir exactamente lo mismo que la vez anterior, los demonios emergen de la pantalla y la pesadilla vuelve a comenzar...



El planteamiento de Demons 2 es prácticamente calcado al de la primera parte, lo que hace que esta secuela sea poco más de un remake de la anterior, como he apuntado al inicio de la reseña. Teniendo en cuenta que esto ya lo hemos visto en producciones tan cacareadas como Terroríficamente muertos (Evil Dead 2: Dead by Dawn), de Sam Raimi, la repetición de esquemas que propone el guion de Dario Argento, Lamberto Bava, Franco Ferrini y Dardano Sacchetti no me supone problema alguno, más aún cuando esta es la principal seña de identidad de toda secuela exploit que se tercie. Lo bueno que tiene esta segunda parte es que hay incluso más sangre, más violencia, más potas, más bilis y más desvergüenza que en la cinta de 1985. Incluso llega a resultar mucho más perturbadora al incluir en la trama a un infante que está solo en casa y que acaba protagonizando uno de los momentos más traumáticos de la película. Eso es mala baba y lo demás tonterías. Es más, me atrevo a afirmar que dicha secuencia sería prácticamente impensable a día de hoy y, si bien pudo ofender a muchos críticos en el momento de su estreno, hoy ofendería a todo ese séquito de espectadores biempensantes que creen que el cine no debería explorar estos terrenos tan terroríficos.





Otro aspecto innegable es que Demons 2 triunfa en el apartado visual, resultando impresionante, no sólo por los brutales FX de maquillaje, tan buenos como los de su predecesora, sino por el excepcional trabajo de fotografía de Gianlorenzo Battaglia. La potente banda sonora, a manos de Simon Boswell en lo instrumental, también hace lo suyo. La selección de temas rock llega a resultar atronadora por momentos, dicho esto en el mejor de los sentidos.


De todos modos, si tuviese que destacar algo por encima de todo, más que la sangre, el gore brutal, la acción descarnada y ese amor por la mutilación y lo demoníaco, me quedaría con la ahora polioperada Nancy Brilli, que en esta película aparece realmente preciosa. Sin embargo, los años pasan para todos...


En definitiva, nos encontramos ante una potente y oscurísima secuela, bruta como ella sola, mortalmente entretenida y casi más terrorífica que la primera. Larga vida al cine de horror italiano.

 

 

Pablo Rodríguez Sierra.

Comentarios