EL RINCON DEL COLECCIONISTA - JUANMA M. GUERRERO


Hoy en la sección El Rincón del Coleccionista tenemos al amigo Juanma M. Guerrero, que muy amablemente ha accedido a ser nuestro nuevo coleccionista invitado. 

¿De dónde viene tu afición por el cine?
Lo que realmente me aficionó al cine fue el videoclub, ese maravilloso –y tristemente desaparecido- templo de películas en VHS. Nací en el 1.982, así que viví en primera persona gran parte de la era dorada de los videoclubs.  Gracias al videoclub de mi barrio -el cual visitaba todos los fines de semana desde finales de los años 80- comencé a descubrir en VHS cientos de películas de todos los géneros. Era raro el viernes o el sábado que no alquilábamos un par de películas o tres para verlas en familia, o con amigos. Incluso había momentos en los que, simplemente, entraba al videoclub para empaparme de todas las carátulas y sinopsis que me llamaban la atención. Ese olor a plástico, a polvo...  esos pasillos eternos con cientos de cintas, algunas de portadas terroríficas –mejores que la propia película en sí- me marcaron para siempre. Así que podría decir que mi afición por el cine surgió a raíz del descubrimiento del videoclub.

Pero también tengo que reconocer que mis padres jamás me impidieron ver películas de todo tipo en televisión o en el vídeo comunitario, especialmente mi madre, una fan absoluta del género de terror. Ella me inculcó ese tipo de cine desde muy pequeño, y se lo agradezco.  

¿Recuerdas la primera película que vistes? ¿Fue en cine o en casa?
Es una pregunta difícil de contestar, ya que empecé a ver muchas películas en televisión desde los 5 o 6 años, así que me es imposible recordar cuál fue la primera película que vi. De lo que sí estoy seguro es que fue en casa, y posiblemente a través del vídeo comunitario, ya que pasaban muchas películas de género fantástico, que era lo que realmente me enamoraba. Sin embargo recuerdo perfectamente cuáles fueron las dos primeras películas que vi en cine, y ocurrió en 1.990, en un cine de verano de Málaga en una proyección doble por el precio de una, y que estaba especializado en películas de Serie B.

Estaba veraneando con mis padres, cuando una noche decidieron ver en el cine ‘Hello Mary Lou: Prom Night 2’ (Prom Night 2, Bruce Pittman. 1987), y que en USA se estrenó en 1987, pero extrañamente en este cine se proyectó dos años después, como segunda opción y a modo de complemento. La proyección principal no era otra que la épica ‘Kickboxer’ (Kickboxer, Mark DiSalle, David Worth. 1989), de Jean-Claude Van Damme, con la cual quedé impresionado y por la que me convertí en un gran seguidor de Van Damme hasta la fecha.
¿Ibas mucho al cine o eras más de videoclub?
Siempre he sido de videoclub, pero ya cuando empecé a tener cierta edad comencé a ir mucho más al cine, compaginándolo con el alquiler de películas. Fue a partir del año 2.000, en pleno apogeo del DVD, cuando me convertí en un asiduo del cine, dejando el alquiler un poco más de lado. Lo que sí puedo afirmar es que el VHS era uno de los motivos por los que estuve visitando el videoclub durante 12 o 13 años. Cuando el VHS empezó a estar en declive en detrimento del DVD, directamente comencé a comprar DVD´s en lugar de alquilarlos. 


¿Cuál es tu genero favorito y porque?
Cuando uno ama el cine, todos los géneros te aportan algo. Lo realmente bonito de esto del cine es el cúmulo de sensaciones que cualquier película puede crear en el espectador, independientemente del género. Todas las películas nos introducen en un mundo diferente durante dos horas, y todas nos aportan algo de un modo u otro. Pero si tengo que elegir, me quedo con el género de terror (en todas sus variantes: cine clásico, cine de fantasmas, cine gore, slasher...) y el de acción, principalmente el de los 80 y 90. 

¿Cuál sería la película que más te impacto en tu infancia? ¿Y en la actualidad?
La que más me impactó en cines fue la citada ‘Kickboxer’. Siendo tan sólo un crío de unos 7 años quedé totalmente aturdido con ese festival de golpes, acrobacias y duros entrenamientos de ese joven y musculado actor del que ni recordaba su nombre. Mientras que la que más me impactó en VHS fue La Mosca’ (The Fly, David Cronenberg. 1986), película con la que tuve pesadillas durante meses.
Otras películas que me impactaron mucho fueron ‘Parque Jurásico’ (Jurassic Park, Steven Spielberg. 1993), ‘El Exorcista’ (The Exorcist, William Friedkin. 1973), ‘Contacto Sangriento’ (Bloodsport, Newt Arnold. 1988), ‘Terminator 2’ (Terminator 2, James Cameron. 1991), ‘Rocky IV’ (Rocky IV, Sylvester Stallone. 1985), ‘El ente’ (The Entity, Sidney J. Furie, 1982), ‘La cosa’ (The Thing, John Carpenter. 1982), ‘Hellraiser’ (Hellraiser, Clive Barker. 1987) o ‘Tiburón’ (Jaws, Steven Spielberg. 1975), entre otras muchas. En la actualidad debo de admitir que poco cine llega a impactarme de verdad, quizás porque he visto tanto desde tan pequeño que ya nada me parece realmente impresionante. Pero debo de admitir que hay una película que me dejó un tanto perplejo –para bien o para mal, aún no estoy seguro-. Se trata de ‘Pieles’ (Eduardo Casanova. 2017).
¿Cuándo sentiste la llama del coleccionismo?
Ciertamente siempre me ha gustado comprar películas. Ya desde los tiempos del VHS me compraba muchas cintas. Con el DVD, en el 98/99, comencé a comprar películas aún sin tener reproductor, lo mismo que con el Blu-ray. Pero el verdadero hobby de coleccionar ediciones especiales, limitadas, ediciones extranjeras, etc., surgió en mí hace relativamente poco. Seis o siete años aproximadamente.
El coleccionista, nace o se hace
No se puede saber con certeza, puede que un poco de ambos. Está claro que el entorno es importante, por lo menos en mi caso. Si mis padres no me hubieran llevado al videoclub de pequeño, o si mi madre no me hubiera dejado ver películas de terror en televisión, es posible que hoy día no sintiera la pasión que siento por el cine. Y esto me llevó, por mera inercia, a comprarme películas para tenerlas en la estantería y verlas cuando yo quisiera.
Sobre el coleccionismo propiamente dicho puede que dependa un poco de la época en la que nos hayamos desarrollado culturalmente –hoy día buena parte de la juventud no sabe lo que es un Blu-ray... ni hablemos de un VHS-, o de la capacidad y el sentido que tengamos para disfrutar de “lo material”, y esto sí es algo con lo que se nace. Creo que los coleccionistas somos dinosaurios que añoramos tiempos mejores y que amamos el hecho de palpar un disco, tocarlo, introducirlo en el reproductor... de disfrutar de la presentación de una edición o “jugar” con los complementos que se incluyen en el interior. Y ese gusto por lo físico sí es intrínseco. 

¿Actualmente sabrías decirnos el número de películas que componen tu colección?
Menos de las que quisiera, ya que por problemas de espacio me veo obligado a filtrar y seleccionar demasiado lo que compro, por lo menos hasta que no disponga de una sala acondicionada para tal efecto. En cualquier caso suelo diferenciar entre ediciones y películas, pues hay casos en los que dispongo de dos o tres ediciones de una misma película. Por no hablar de los innumerables packs, que cuentan como una edición pero albergan sagas completas.
Actualmente mi colección, contando VHS, DVD y BD, hace un total de unas 1.250 ediciones, incluyendo series. Catalogar las películas es una tarea pendiente.
¿Vhs, DVD o blu-ray?
Cada uno de ellos tiene su encanto y sus características. Para alguien que ha crecido entre VHS´s es difícil, por una cuestión de nostalgia, deshacerse para siempre de dicho formato. En lo personal, dispongo de unas 100 cintas de terror de Serie B y Z en VHS, pero el espacio me obliga a dejar de lado este coleccionismo. El DVD aún ofrece curiosos lanzamientos, y aunque en los tiempos actuales y con los televisores de última generación una película en SD se resiente demasiado, hay largometrajes de ciertos subgéneros de los que no existe master en HD pero sí se están editando en DVD. Y eso me parece lo suficientemente interesante como para seguir invirtiendo en este formato.
Pero si debo de elegir uno, lógicamente opto por el Blu-ray (y posterior UHD) por una cuestión lógica de calidad audiovisual. Pero todos pueden convivir en paralelo, de momento. 

¿Qué tipo de formato físico sueles comprar? Ejemplo: Digibook, Steelbook, sencillos, edición dos discos, limitadas y numeradas, ediciones extranjeras etc.
Una de las cosas que más me apasionan de este hobbie es precisamente la cantidad de presentaciones y de posibilidades que se nos ofrecen, en función de la editora o del país. Adoro lo heterogéneo. Me gusta la variedad y me encanta ver en una estantería ediciones de todo tipo. Así que suelo comprar tanto digibooks, como steelbooks, futurepaks, mediabooks, limitadas foráneas, ediciones sencillas... Por desgracia, muchas de las ediciones más completas y con presentaciones más trabajadas se suelen editar sólo en el extranjero, pero eso no es un hándicap a la hora de adquirirlas.


Desde hace dos o tres años se ha puesto de moda el formato del Steelbook y los Digibook. La mayoría de los coleccionistas estamos como locos por ellos. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
Está bien que en España, en los últimos años, se estén editando muchas más películas en steelbook y digibook. Eso quiere decir que tienen su público y se venden bien, lo cual es una excelente noticia. Personalmente soy fanático de las ediciones metálicas, y las prefiero a las ediciones libro. Pero tampoco reniego de estas últimas.
¿Qué opinas de las descargas?
Como coleccionista del formato físico no hace falta decir que nunca he hecho uso de las descargas digitales, aunque es una opción totalmente válida e interesante para esos consumidores de cine que no sienten la necesidad de tener en propiedad una edición física. Es totalmente comprensible y respetable.
En lo que respecta a las descargas ilegales, quién diga que no afectan al mercado audiovisual miente. En nuestro país las descargas mediante P2P han estado a la orden del día con el pretexto de que comprar cine “es muy caro”. Pero luego muchos de esos consumidores tampoco compran cine en promociones y épocas de rebajas... Es una cuestión de conciencia y malos hábitos. Resulta realmente doloroso hablar con alguien que dice haberse descargado en mala calidad la película que se estrenó en cines el viernes pasado, o que dice tener todas las películas de Marvel en el disco duro... Una pena.

¿Y las nuevas plataformas digitales como Netflix o HBO?
Es el mismo caso que las descargas digitales, como coleccionista y apasionado del formato físico, creo que las plataformas digitales pueden suponer el principio del fin del coleccionismo de películas tal y como lo conocemos. Pero por otra parte entiendo que son plataformas muy interesantes y de fácil accesibilidad para ese consumidor que quiere ver cine a buen precio, sin preocuparse por los problemas de espacio y sin tener que salir de casa. Esto es como todo: los tiempos cambian, todo evoluciona y habrá un momento en que dejen de editarse películas en formato físico. Pero creo que aún quedan muchos años para que eso suceda, y que los Blu-ray van a convivir durante mucho tiempo con las plataformas digitales. 

¿A parte del formato físico, coleccionas algo más relacionado con el cine?
Hubo una época en la que coleccionaba figuras de cine, especialmente de la marca ‘Neca’ y de ‘McFarlane’, pero tuve que priorizar y finalmente me deshice de muchas de ellas. Ahora me quedan sólo unas 10 o 12 figuras que conservaré porque son mis iconos favoritos del género fantástico: Freddy, Jason, El hombre alto, La mosca, La cosa, Alien, Robocop... 
De lo que también estoy orgulloso es de una interesante biblioteca de cine que acompaña al resto de mi colección, compuesta por libros editados por ‘AppleHead Team’, ‘Norma Editorial’, ‘Timun Mas Narrativa’...
¿En alguna ocasión has conocido a algún famoso o a alguno de tus ídolos? ¿Podrías contarnos tu experiencia?
Aún no he tenido la oportunidad de conocer en persona a ningún famoso, aunque no es uno de mis objetivos prioritarios. A veces casi prefiero mantenerme alejado y observar desde la barrera, que acercarme demasiado a alguno de mis ídolos y quedar decepcionado. Pero no descarto nada. 

Crees que el coleccionismo es una enfermedad o es una evasión de los problemas cotidianos de la vida.
A veces he comprado tantas películas a la vez, y de forma tan compulsiva, que he sentido tener una especie de Síndrome de Diógenes de cine. ¡En casos como este sí podría decir que es una enfermedad! (risas). Bromas aparte, se trata simplemente de un hobby que nos hace disfrutar de aquello que nos apasiona. Como cualquier tipo de coleccionismo, cada uno lo afronta de la manera que más le gusta e invierte en ello lo que cree conveniente. No creo que sea una enfermedad, sino más bien un placer y un divertimento. 

Has pensado alguna vez en el día que no estés en el mundo y espero que sea por muchos años, ¿Qué harías con tu colección? ¿A quién se la dejarías?
Lo he pensado, ¡pero trataré de hacer algún tipo de pacto con el maligno para poder vivir junto a mi colección eternamente! Y en caso de que no sea posible, imagino que pediré que me dejen llevarme a la tumba las ediciones más valiosas. Si eso tampoco me lo permiten... finalmente optaría por donarla o regalarla a alguien que realmente la valore. En todo caso nunca me ha gustado reflexionar sobre el futuro a medio o largo plazo. Mejor disfrutar y vivir el día a día. 

Director/a o directores/as  favoritos/as
David Cronenberg, Steven Spielberg, John Carpenter, M. Night Shyamalan, James Cameron y David Lynch.

¿Cuál es tu actor o actriz favorito/a? ¿Y tú película favorita?
Como comenté al principio del artículo, siempre me ha gustado Jean-Claude Van Damme. Creo que, tras el fallecimiento de Bruce Lee, fue el único capaz de revitalizar el cine de acción con artes marciales. A parte de ser el único actor del género de acción que rivalizó en cierta medida  –aunque por poco tiempo- con los dos grandes titanes de la época: Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger. Junto a estos tres sumo Bruce Willis, Nicolas Cage, Kurt Russell, Jeff Goldblum, Robert De Niro o Mel Gibson como mis actores favoritos. Lógicamente no puedo dejar de lado a Clint Eastwood, Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas... me gustan demasiados actores como para poder ceñirme a sólo unos pocos.
En cuanto a mi película favorita, tengo tantas que sería impensable elegir sólo una. Pero si me ponen una pistola en la cabeza y me dicen que tengo que escoger las tres películas que más me gustan –no que sean las mejores, por supuesto-, me quedo con ‘Parque jurásico’, ‘La Mosca’ y ‘Terminator 2: El juicio final’.  Ahora, de un modo netamente objetivo, para mí algunas de las mejores películas de la historia del cine son ‘Psicosis’ (Psycho, Alfred Hitchcock. 1960), ‘La lista de Schindler’ (Schindler´s List, Steven Spielberg. 1994) o ‘Ben-Hur’ (Ben-Hur, William Wyler. 1959).  

¿Cuál es la joya de la corona de tu colección?
Hay tantas ediciones a las que les tengo tanto cariño... Todas me aportan algo, todas tienen su historia, todas generaron mucha ilusión en su momento. Por ejemplo, podría citar la maravillosa edición editada por ‘Arrow Video’ en 2016 en homenaje a Herschell Gordon Lewis, llamada ‘Shock and Gore: The Films of Herschell Gordon Lewis’. Toda una delicia para el aficionado al género gore.
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Para terminar te gustaría dar algún consejo a los coleccionistas que están empezando.
El mejor consejo que podría dar es que disfrutéis. Esto es una afición muy bonita, hay que disfrutarla con pasión y sin agobios –y digo esto porque habrá momentos en los que no se podrá comprar una edición muy limitada por falta de stock. No pasa nada, ya habrá más oportunidades o se editarán ediciones aún mejores-. Y no os preocupéis por el dinero empleado ni por la falta de espacio. En el primer caso hay que tener en cuenta que la mayoría de ediciones especiales y limitadas se revalorizan con el paso del tiempo, así que más que un gasto lo veo como una inversión. En el segundo caso siempre hay soluciones para encontrar más espacio. Si hay que tirar el tabique de al lado, ¡se tira! (risas).
Pero no olvidéis una cosa, y esto es algo que un conocido coleccionista me dijo hace tiempo y que me ha servido de mucho: no importa la cantidad, ni lo grande o pequeña que sea tu colección. Lo que realmente importa es lo que tú disfrutes de ella”. Ahí queda. 

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