ADIOS A MAC - UN CHICO DE PORTADA

 
 
El dibujante Macario Gómez Quibus, conocido como Mac, autor de los emblemáticos carteles de películas como ‘Doctor Zhivago’, ‘La muerte tenía un precio’, ‘Psicosis’ ‘Ivanhoe’, ‘Quo Vadis’, ‘Los diez mandamientos’, ‘La gran familia’ o ‘Agente 007 contra el Dr. No’, ha fallecido este sábado a los 92 años.
Mac fue uno de los cartelistas cinematográficos más reconocidos del país, pues de su pincel surgieron durante una carrera de más de 30 años, más de 4.000 obras, con imágenes de grandes clásicos de la gran pantalla que han quedado en la retina de muchos espectadores. Entre sus legendarias creaciones figuran los carteles de ‘Casablanca’, ‘Un tranvía llamado deseo’, ‘El verdugo’, ‘El cochecito’, ‘Moulin Rouge’ ‘La tentación vive arriba’, ‘La momia’, ‘Carmen la de Ronda’, ‘El Cid’, ‘Desde Rusia con amor’,’ La muerte tenía un precio’, ‘Primera plana’, así como algunos del festival de cine de Sitges.
 
 
 
 
 
Su llegada al cartelismo fue a principios de los años 50, cuando fue contratado por el estudio de diseño publicitario Esquema, de Martí Clavé y Picó, y allí dibujó la imagen de ‘Ivanhoe’, logrando la felicitación de la Metro Goldwyn Mayer. Desarrolló un estilo que transgredía las rígidas normas de composición e interpretación que exigían las distribuidoras en obras de gran fuerza expresiva. Pronto se encargó de todo el material publicitario de la distribuidora Tandem Films y, en 1955, ya firmó como Mac. 
 
 
 
Siguió ganándose una reputación en Hollywood cuando la Paramount le encargó el cartel más grande de ‘Los diez mandamientos’, que se estrenó en 1956, ganándose la admiración de Charlon Heston, que quiso conocerle. Lo haría tres años más tarde, en Madrid y Mac le regaló un retrato especial del Moisés de la película, que el actor colgaría en su despacho. Kirk Douglas se hizo con el original de ‘Los justicieron del Oeste’. Fue desde entonces un artista independiente que trabajó con todas las distribuidoras estadounidenses de la época.
 
 
 
 
 
Aunque pudo aceptar ofertas para trabajar en París y Estados Unidos prefirió no dejar a su familia. Con la llegada del vídeo, en los 80, también realizó numerosas carátulas, readaptando el diseño al nuevo formato sin perder su genialidad. Su último cartel fue para ‘El placer de matar’, de 1988. 
 
 

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