El cine fantástico está de enhorabuena, pues en su 90 edición
nos han dejado un buen sabor de boca, algo que ya se auguraba aunque nunca se
sabe cómo pudiera haber terminado la gala.
El director mexicano Guillermo del Toro logro hacerse con
las estatuillas más deseadas por todos los amantes del cine fantástico, mejor
película y mejor dirección para La Forma del Agua, película que nos cuenta la
historia en forma de cuento romántico, en plena guerra fría donde se produce
una insólita conexión entre dos mundos, uno humano y otro sobrenatural. un
cuento bien contado como Guillermo siempre suele hacer, ya en El Laberinto del
Fauno nos sorprendió con una historia fantástica y que supo mezclar y con gran
ingenio entre la guerra civil española y el mundo de la fantasía, o incluso con
La Cumbre Escarlata, esa historia de amor gótico y en la cual haría su
presencia los fantasmas. A parte de estas dos estatuillas, La Forma del Agua
también se hizo con la mejor banda sonora y mejor diseño de producción.
Muy merecidos estos premios, que han servido para
reivindicar un poco el cine de género en la gran fiesta del cine, en España no
tuvimos tanta suerte con los premios Goya, la película Verónica de Paco Plaza,
film que estuvo nominada a 7 de las categorías incluyendo mejor película y
mejor dirección, tan solo se pudo conformar el premio al mejor sonido.
Pero aún queda otro premio más para el fantástico y este sería
el de mejor guion original para la película Déjame Salir, una escalofriante e
inquietante historia que ha recibido un más que merecido premio, el film nos
cuenta como un joven afroamericano y su novia van a pasar un fin de semana para
conocer a la familia de ella, nuestro protagonista piensa que el comportamiento
de la familia de su novia es demasiado complaciente, ya que él se siente algo
nervioso por la relación interracial de su hija. A medida que avanza la
historia una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevara a
descubrir algo inimaginable.
Una historia tan inquietante que te dejara paralizado en tu
butaca, al igual que su protagonista.
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